Érase una vez un restaurante sencillo y sin pretensiones en Portixol. En el pequeño edificio rojo y estrecho con una puerta roja de la calle del Vicari Joaquim Fuster.

Si te alojabas en el entonces recién inaugurado Hotel Portixol y preguntabas por un buen restaurante cercano, el personal te respondía que el hombre de las gafas gruesas del Bar & Co era un genio de la cocina. Su sentido de la cocina con sabores puros y sencillos, preferiblemente con pescado o marisco como base, daba como resultado una experiencia fuera de lo común.

El hombre de las gafas (y del gusto) era Emilio Castrejón. Un trotamundos culinario internacional -con herencia tanto de Sudamérica como de Japón- que, tras varios años en este último país, aterrizó en Mallorca y salvó la isla con lo que se convirtió en Fine Fusion.

Hoy Emilio alberga Innobar en el centro de Palma, en la calle Concepción 9. Una zona hasta entonces inexplorada que ahora alberga varios hoteles y restaurantes de cinco estrellas.

Desde el principio, Emilio pensó en un heredero digno tanto de su negocio como, sobre todo, de su arte culinario. Muchos lo han intentado, pero sólo unos pocos han conseguido llegar hasta el final. Emilio es conocido por su liderazgo exigente y no aplica nada más que un oído total para la cocina y los sabores.

Marcus Cardoso es quien, con paciencia y sacrificio, decidió dedicar su vida a la cocina que Emilio decidió enseñar. La amistad que les une desde hace años es tan fuerte que Marcus se considera un hijo para Emilio, que no tiene hijos propios.

Después de varios años, Marcus dirige ahora el restaurante enteramente bajo sus auspicios. A su lado tiene a Sabine Mohn, responsable de gran parte del funcionamiento diario.

Marcus, que dirige a diario el trabajo en la cocina como un director de orquesta, tiene otra pasión en la vida, aparte de la cocina y la familia: el vino. En Emilio Innobar encontrará una extensa carta de vinos y ningún amante del vino en el mundo tiene por qué sentirse defraudado.

La última incorporación a la familia Emilio es Innobar Palma. El Innobar ofrece una gran selección de vinos de todo el mundo, junto con cócteles modernos y clásicos de buen gusto. Innobar Palma está a la vuelta de la esquina, literalmente, lo que lo hace perfecto para cenas privadas (hasta doce personas) o una parada en boxes antes de su cena en Emilio.